Estados Unidos registra repunte de sarampión y tos ferina en medio de la caída de las tasas de vacunación y recortes en salud pública

Más de mil casos de sarampión y miles de infecciones de tos ferina han encendido las alarmas sobre el debilitamiento de los esfuerzos de inmunización en comunidades vulnerables. Expertos advierten que la desinformación, la politización de las vacunas y los recortes presupuestarios agravan una crisis que podría haberse evitado.

Repunte de brotes de sarampión y tos ferina

En lo que va del 2025, EE. UU. ha reportado más de 1,000 casos de sarampión, con grandes brotes en Texas, Nuevo México y Oklahoma. La mayoría de los casos se concentran en comunidades con baja cobertura de vacunación. El Dr. William Schaffner, profesor de medicina en la Universidad Vanderbilt, señaló: “Estamos viendo brotes en comunidades donde los niños no están siendo vacunados, lo que los hace vulnerables a enfermedades prevenibles.”

La tos ferina también muestra un preocupante aumento, con más de 8,000 casos reportados este año, el doble que el año anterior. La Organización Panamericana de la Salud ha emitido alertas sobre el incremento de casos en varios países de América, atribuyéndolo a la disminución de la vacunación durante la pandemia de COVID-19.

Factores que explican la caída en las tasas de vacunación

Los expertos identifican múltiples factores que contribuyen a la baja vacunación, como la desinformación, la politización de las vacunas y la falta de acceso en ciertas comunidades. El Dr. Benjamin Neuman, profesor de biología en Texas A&M, comentó: “El dinero, la nacionalidad y la religión influyen en si las personas se vacunan, pero nada de eso importa cuando una enfermedad infecciosa ataca.”

Además, la pandemia de COVID-19 ha profundizado la desconfianza pública hacia las vacunas. El Dr. Schaffner explicó: “La vacuna contra el COVID-19, lamentablemente, es vista por algunos como asociada a ciertos temas políticos, lo que ha afectado la percepción pública sobre las vacunas en general.”

Esta desconfianza se ha alimentado por la difusión de desinformación en redes sociales, a menudo amplificada por figuras públicas y líderes políticos. En algunas zonas conservadoras o rurales, la resistencia a vacunarse ha aumentado por preocupaciones ideológicas o temores sobre el control gubernamental, lo que ha reducido las tasas de inmunización en niños y adultos.

Impacto de los recortes en programas de salud pública

Los recortes presupuestarios en salud pública también minan los esfuerzos contra enfermedades prevenibles. El gobierno estadounidense anunció recortes significativos al financiamiento de Gavi, la Alianza para las Vacunas, lo que podría dejar sin inmunización a millones de niños en países en desarrollo. Sania Nishtar, directora ejecutiva de Gavi, advirtió: “Un recorte de fondos a Gavi por parte de EE. UU. tendría un impacto desastroso en la seguridad sanitaria global, con potencial de causar la muerte de más de un millón de niños en cinco años.”

Además, los Institutos Nacionales de Salud (NIH) cancelaron planes para financiar consorcios de investigación sobre vacunas contra el VIH, lo que podría retrasar el desarrollo de vacunas cruciales. La Dra. Jirair Ratevosian, investigadora asociada en Yale, expresó preocupación por estos recortes y su impacto en el avance científico.

A nivel local, los departamentos de salud estatales y municipales, ya afectados por la falta de personal y recursos limitados, luchan para controlar los nuevos brotes mientras mantienen programas regulares de vacunación. Estas restricciones presupuestarias afectan especialmente a las zonas más vulnerables, donde el acceso a atención preventiva ya es limitado.

Importancia de la vacunación y la cooperación global

Los expertos subrayan que la vacunación sigue siendo la herramienta más efectiva para prevenir enfermedades como el sarampión y la tos ferina. El Dr. Schaffner destacó: “La vacuna contra el sarampión es 97 % efectiva y ha demostrado su eficacia por más de 50 años.”

Agregó que el resurgimiento de estas enfermedades no se debe a la falta de capacidad científica, sino a fallas sociales y políticas que dificultan el acceso a cuidados preventivos básicos. “No se trata de un fracaso de la ciencia, sino de que la sociedad no hace lo que debe para proteger a los más vulnerables.”

La cooperación internacional es también esencial. El Dr. Neuman señaló: “Para saber si una vacuna funciona, no puedes probarla en una sola persona, grupo o país. Necesitas grandes números, y todo se facilita con la cooperación.”

Organizaciones como la OMS y UNICEF instan a los gobiernos a reforzar las campañas de vacunación, especialmente entre los niños que perdieron inmunizaciones rutinarias durante la pandemia. Estas iniciativas deben centrarse también en reconstruir la confianza pública y proveer información científica veraz.

Una crisis prevenible

El resurgimiento del sarampión y la tos ferina es una señal de la fragilidad de los sistemas de salud pública y las consecuencias de descuidar estrategias básicas de inmunización. La situación actual podría revertirse con estrategias comunicativas más sólidas, servicios de salud accesibles y renovada voluntad política.

Como concluyó el Dr. Schaffner: “Ningún niño debería sufrir o morir por una enfermedad que sabemos cómo prevenir.”