Una encuesta nacional revela cómo los espacios verdes están ayudando a sanar una sociedad polarizada, según el último informe ParkScore 2025.
En un país fracturado por la polarización política y la desigualdad económica, los parques urbanos han emergido como uno de los pocos lugares donde los estadounidenses aún se encuentran, hablan y se reconocen entre sí. Esa es la principal conclusión del nuevo informe ParkScore 2025, presentado en el panel “Top 100 Cities on Urban Parks—Where We Go To Heal”, organizado por American Community Media y con la participación de expertos en planificación urbana, salud comunitaria y gestión pública.
La capital de Estados Unidos, Washington D.C., encabezó nuevamente el ranking nacional de parques urbanos por quinto año consecutivo. Pero más allá de los números, el informe enfatiza que los parques están cumpliendo un papel inesperado pero vital: son espacios donde se fortalecen los lazos sociales y se cultiva la vida cívica.
Un ranking con impacto real
“El índice ParkScore no solo mide espacios verdes o inversión. Nos habla sobre acceso, equidad, servicios y el papel cívico que los parques desempeñan en la vida de una ciudad”, explicó Will Klein, director de investigación de Trust for Public Land.
Creado en 2012, el índice clasifica las 100 ciudades más pobladas de Estados Unidos usando cinco indicadores clave: acceso, superficie, inversión, servicios y equidad en la distribución de parques. La medida de equidad —añadida recientemente— evalúa cómo se distribuyen los parques según raza e ingresos.
Según Klein, el progreso más significativo es que el 76% de los residentes de estas ciudades ahora vive a menos de 10 minutos caminando de un parque, en comparación con el 68% hace una década. “Eso significa que millones más tienen mejor acceso a espacios verdes, especialmente en áreas urbanas donde esta infraestructura es escasa”, señaló.
Encuestas muestran un país más unido de lo que parece
or primera vez, Trust for Public Land incluyó una encuesta nacional para entender cómo interactúan los ciudadanos con estos espacios. Los resultados sorprendieron incluso a los investigadores.
“El 83% de los votantes —ya sea que apoyen a Trump o a Harris— dice sentirse cómodo en los parques y visitarlos regularmente”, afirmó Klein. “Más de la mitad dijo haber hablado con alguien que no conocía y que pertenecía a un estrato socioeconómico diferente. Eso es difícil de lograr en otros espacios públicos.”
En ciudades como Chicago, Douglas Park se ha convertido en un símbolo de reconciliación entre las comunidades afroamericanas y latinas, históricamente divididas por la Route 66. “Se realizan festivales por la paz en diferentes partes del parque durante todo el año. La infraestructura urbana está ayudando a superar divisiones sociales muy profundas”, explicó Klein.
Ejemplos de transformación: de la devastación a la esperanza
En Atlanta, una inundación catastrófica llevó al rediseño comunitario de un nuevo parque. “Hoy, no es solo un espacio verde, es una pieza clave de infraestructura ambiental”, dijo Klein. “Lo más poderoso es que este parque ayudó a formar nuevos líderes cívicos durante su creación.”
Justin Cutler, comisionado de Parques y Recreación en Atlanta, compartió cómo se formó una alianza sin precedentes entre la ciudad, las escuelas públicas y el departamento de agua. “Abrimos todos los patios escolares al público hasta tarde, aumentando el acceso a la naturaleza, reduciendo costos y mejorando la calidad del agua urbana. Este acuerdo no habría sido posible sin voluntad política”, señaló Cutler.
El impacto fue inmediato: el acceso a parques en la ciudad aumentó del 79% al 82% en menos de dos años.
Los Ángeles: el desafío de democratizar la naturaleza urbana
La ciudad más grande de California enfrenta un alarmante descenso en el acceso equitativo a los espacios verdes. En solo cinco años, Los Ángeles cayó del puesto 49 al 90 en el ranking ParkScore, según Trust for Public Land. Las razones son estructurales: el plan maestro de parques de la ciudad no se ha actualizado desde 1973 —cuando Tom Bradley era alcalde— y la inversión pública en espacios verdes se ha estancado, a diferencia de otras grandes ciudades de Estados Unidos.
“Más de 100 millones de personas en EE. UU. no tienen un parque cerca —28 millones de ellos son niños. En muchas comunidades, el parque es su único patio trasero”, advirtió Guillermo Rodríguez, director estatal de California en Trust for Public Land. Añadió que en Los Ángeles, la distribución de áreas naturales refleja desigualdad: los vecindarios más acomodados tienen la mayoría de los espacios abiertos, mientras que las zonas de bajos ingresos quedan desatendidas.
Aún así, hay razones para el optimismo. En el último año, la ciudad ha financiado una ambiciosa evaluación de necesidades que servirá de base para un nuevo plan maestro de parques. Este esfuerzo ha sido impulsado por organizaciones comunitarias y líderes que exigen políticas más equitativas. Además, la ciudad explora asociaciones con el sistema escolar para abrir patios escolares como parques públicos, así como colaboraciones con agencias regionales y estatales.
“La clave es crear un flujo de financiamiento permanente, como lo ha hecho Seattle mediante un impuesto dedicado. Los votantes en California ya han demostrado que apoyan estas iniciativas. Los Ángeles tiene una oportunidad histórica para transformar su red de espacios públicos”, concluyó Rodríguez.
El parque como espacio democrático
La principal conclusión del panel fue que los parques ya no son solo lugares para descansar o recrearse: son, en palabras de la experta en urbanismo comunitario Yvette Lopez-Ledesma, “espacios donde nace la democracia cotidiana.”
“En un país tan dividido, los parques siguen siendo uno de los pocos lugares donde puedes ver a un niño blanco, un niño latino y un niño negro jugando juntos. Son espacios de sanación colectiva”, dijo.
Mientras se avecinan recortes presupuestarios en muchas ciudades, los expertos llaman a proteger la inversión en parques como un derecho cívico. Porque, como dijo Klein, “los parques no solo mejoran la salud o el medio ambiente. Nos enseñan a vivir juntos.”